Sobre la naturaleza y otras mierdas




Un día de la semana pasada, me sumergí, como no lo hacía desde hace bastante tiempo, en los colores del atardecer. Intentaba buscar el punto exacto en que el amarillo se fundía en rojo, y así, sucesivamente en la escala cromática de la tarde. Naturalmente no pude. No por la naturalidad que hace esta tarea imposible, sino porque mi atención no da para tanto. Terminé pensando que los colores que habían llamado mi atención eran causados por la infinidad de partículas contaminantes que inundan el aire. Y luego pensé: cosas como está hacen que mi fe se restaure en toda la mierda que le hacemos al ambiente.

Comentarios

Entradas populares